martes, 8 de mayo de 2012

Mi confrontación con la docencia



Estudié ingeniería en control y automatización en la ESIME del IPN,  pero desde secundaria ya tenía claro que quería estudiar  una ingeniería ya que siempre me habían gustado las matemáticas, la física y todo lo que tenía que ver con mecanismos y sistemas automáticos,  razón por la cual al egresar del nivel medio básico, ingrese al CECyT No. 11 “Wilfrido Massieu Pérez” dependiente del IPN, durante mi estancia en ese plantel junto con otros compañeros y profesores fundamos el club de matemáticas, en el cual además de participar en concursos, y después de un breve periodo de preparación, comenzamos a  impartir cursos de nivelación para otros estudiantes, siempre supervisados por los profesores asesores y coordinadores del club.
Fue en esa época que comencé a impartir clases, aunque de manera informal y siempre guiado por profesores de amplia experiencia, desde entonces me di cuenta que era algo que me agradaba hacer.
Más tarde, cuando termine el primer semestre de mi carrera de ingeniería, tenía la inquietud de dar clases pero ya de manera formal y tuve la buena suerte de que me dieran la oportunidad de hacerlo en la misma secundaria de la cual había egresado y desde hace 17 años es que me he dedicado a impartir clases tanto en nivel medio básico y desde hace 12 años en el nivel medio superior.
Durante varios años estuve laborando tanto en mi área profesional como en la docencia, pero me incliné de manera definitiva por la docencia, a la cual me dedico ahora de tiempo completo.
Lo que me llevó a inclinarme por la docencia es lo satisfactoria que resulta esta labor, al trabajar con la materia prima más delicada que conozco, como son las vidas humanas y aportar mi granito de arena para que mis alumnos tengas más y mejores herramientas para desempeñarse de manera adecuada tanto en su vida académica o laboral.
Al trabajar en un bachillerato bivalente con las asignaturas de especialidad, sin duda me brinda la gran satisfacción de aportar a los estudiantes elementos que más adelante les serán de gran utilidad, sobre todo en su vida laboral.
Y como es bien sabido, los profesionistas que incursionamos en la docencia, carecemos de elementos pedagógicos, y es por eso que tome la decisión de cursar estudios formales para mejorar mi práctica docente y es así quede desde hace 2 años concluí los estudios de maestría en pedagogía.
Por último reconozco que en ocasiones a pesar de poner el mayor esfuerzo de mi parte, existen alumnos que no logran desarrollar las competencias necesarias pero justamente es esa razón la que me motiva a seguir preparándome para ser un mejor docente.
Recordando siempre que un maestro no es aquel que da clases, sino el que hace fácil lo difícil.

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